Le miroir du temps pris

Tomando como punto de partida la historia de la fotografía y, en particular, a los largos tiempos de exposición en los que los modelos debía permanecer inmovilizados para conseguir una imagen clara y legible, en Le miroir du temps prises una pantalla-espejo refleja lo que sucede frente a ella gracias a una cámara que capta las imágenes. Estas imágenes se procesan en tiempo real para reproducir los efectos de aparición y desaparición. Así, el visitante que permanece inmóvil durante más de treinta segundos frente a la pantalla, se ve aparecer poco a poco en la imagen y el que pasa sólo brevemente deja como mucho un rastro difuso, como un fantasma.