24 Frames es una instalación audiovisual interactiva, creada de forma específica para el lugar que ofrece al espectador una mirada múltiple del espacio del museo, articulando en sus imágenes y sonidos lugares y tiempos distintos. Al aquí y ahora que las máquinas registran en tiempo real, se le yuxtaponen o superponen imágenes y sonidos pregrabados de espacios internos del museo que constituyen también una red de distribución de elementos no visibles para el espectador: conductos de aire acondicionado, red eléctrica o informática, reflejando otros imaginarios mecánicos y técnicos que sustentan la colección del IVAM.

                

Los pequeños dispositivos técnicos que 24 Frames dispone en el espacio, aluden a un cinematógrafo con múltiples ojos/oídos. Lo que ellos ven y oyen se muestra también multiplicado y fragmentado en dos hileras de aparatos visuales y sonoros. La primera hilera, compuesta de 12 pantallas, despliega el movimiento de los frames, en los cuales, a lo que se ve en el tiempo-ahora se superpone lo que no se ve, lo que se imagina o lo que no podría estar ahí. La segunda hilera es de altavoces y está situada a cierta distancia de las pantallas, en un luminoso pasillo que acoge la sonoridad del museo.

Pese a la disyunción de lo visual y lo sonoro, las pistas de audio y video se relacionan entre sí sin crear unidad, manteniendo coincidencias a distancia en los cambios de edición, de plano, o de registro sonoro. Esta red de pequeñas cámaras/micrófonos toman al museo como modelo, grabándolo en el sentido que otorgaba Breson a los personajes situados ante el cinematógrafo: “Lo importante no es lo que me muestran sino lo que me esconden, y sobre todo aquello que no sospechan que está en ellos.” (Breson 1979, 11).

El trasiego de las señales incorpóreas por el espacio refleja también las transformaciones que el propio modelo de museo de arte contemporáneo ha ido viviendo. La maquinaria lo fragmenta como situaciones dispersas y heterogéneas, tal como aludía José Luis Brea en una conferencia realizada en el IVAM:

«Frente a esa topología universalista y unificadora que alienta la conceptualización moderna, ilustrada, del museo, el contemporáneo afloramiento a la evidencia de la dispersión de la diferencia cultural reclama al contrario un sistema fragmentarizado y disperso de heterotopías, de escenarios multiplicados en una red ajerárquica de representaciones de la diferencia, de lugares para la disposición de imaginarios multiplicados. Lo que se soñaba bajo la perspectiva de la convergencia enciclopédica en un sueño de encuentro ecuménico se dispersa ahora en un sistema satelizado y excéntrico de lugares otros, de «platós», en los que comparecen de forma efímera y estratégica las puntuales emergencias de un imaginario desregulado, estallado en el rizoma contemporáneo de la multiplicación de las diferencias.» (Brea 1999, 95)

Breson, Robert. 1979. Notas sobre el cinematógrafo. México: Ediciones Era.

Brea, José Luis. 1999. El museo contemporáneo y la esfera pública. En: José Miguel G. Cortés y David Pérez (coords.). Intertextos y contaminaciones contemporaneidad y clasicismo en el arte: conferencias. Valencia: Direcció General de Promoció Cultural, Museus i Belles Arts

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