FLUCTUAR
"Los bordes de la llama varían
con tal velocidad para nosotros que no se puede decir si está, ahí,
presente. De repente se ausenta, se desplaza a otra parte o se representa
aquí mismo, y ya no es la misma llama. La misma sin embargo —supongo—
pero sin relación alguna con lo que era en el instante inmediatamente
anterior(...)La llama, ella, fluctúa sin fronteras y como al azar,
alta, nula, gigante, sin franja ni margen. Siempre desviada de su propio
equilibrio. Lanza brazos que van a buscar fortuna en el mundo, produce
islas independientes de ella y que, pronto, se desvanecen, parece cambiar
de estado por la temeridad del azar que sembró las leyes."
M. Serres,
El paso del noroeste. Ed. Debate, Madrid 1991, p. 52.
Los estudios sobre el tiempo (VÉASE)
, el espacio (VÉASE)
, el movimiento (VÉASE),
el orden y el desorden nos abren una realidad en continuo devenir de la
cual la fluctuación, como cambio que no muestra un punto fijo, se
convierte en uno de sus conceptos básicos. La ciencia nos habla
de estructuras disipativas, de flujos y oscilaciones acercando la mirada
al borde de las cosas, borde de la llama, o continuo cambio del borde del
mar, de las costas quebradas y mutantes; al borde del sol como modelo que
ilumina todo acontecer fluctuando siempre su forma.