TIEMPO
"El tiempo presente y el
tiempo pasado
están quizá
presentes los dos en el tiempo futuro
y el tiempo futuro contenido
en el tiempo pasado.
Si todo tiempo es eternamente
presente
todo tiempo es irredimible.
Lo que podía haber
sido es una abstracción
que queda como perpetua posibilidad
sólo en un mundo de
especulación.
Lo que podía haber
sido y lo que ha sido
apuntan a un solo fin, que
está siempre presente.
Hay eco de pisadas en la
memoria
allá por el pasadizo
que no tomamoshacia la puerta que nunca abrimos
a la rosaleda. Mis palabras
tienen eco
así, en vuestra mente".
T.S.
Eliot, Cuatro cuatetos. Ed. Cátedra, Madrid, 1990, p. 83.
Las formas del tiempo se entrecruzan
en el poema de Eliot en una especie de compulsión repetitiva que
cuestiona la irreductible sucesión del tiempo lineal en una cadena
cuyos eslabones se contienen entre sí formando círculos concéntricos,
donde todos los presentes son restituidos, puesto que el pasado vuelve
y el futuro está ya en ellos. Es la "forma vacía del tiempo"
como una circularidad que gira fuera de sus goznes (VÉASE),
tiempo circular que se ha liberado de la curvatura cerrada que le hacía
recorrer sólo lo conocido. Perdido el centro, la flecha del tiempo
bordea el círculo, descubriendo sólo la forma vacía
y pura del trayecto sin rail. En esa circularidad anexacta o linealidad
relativizada encuentran su lugar común el estar y el pasar del tiempo,
como dirección desordenada que fluye en laberintos asimétricos,
retornando a las identidades de los sucesos pasados pero no a lo idéntico,
entre las semejanzas y diferencias de un tiempo-ahora siempre presente.