Proyecto del Laboratorio de Luz diseñado para realizar las jornadas de debate «Los 90: cambio de marcha en el arte español» organizadas por la galería Juana Mordó en Arco’93.
Project designed to perform the debate days «Los 90: cambio de marcha en el arte español» organized by the gallery Juana Mordó in Arco’93.
Proyecto del Laboratorio de Luz diseñado para realizar las jornadas de debate «Los 90: cambio de marcha en el arte español» organizadas por la galería Juana Mordó en Arco’93. El planteamiento era crear una pieza capaz de acoger a las personas que participarían en el debate. Para iniciar el trabajo, mientras se comentaban las posibilidades de realización, decidimos hacer una tirada de I Ching, resultando: Sheng / La subida [el empuje hacia arriba]. «El signo de abajo, Sun, tiene por imagen la madera, el de arriba, Kun, significa la tierra. Se asocia con ello la idea de que la madera va creciendo hacia arriba dentro de la tierra. Esta «subida», contrariamente al «progreso», implica un esfuerzo, así como la planta requiere energía para elevarse a través de la tierra. Por eso este signo, aun cuando asociado al éxito, se vincula con el esfuerzo de la voluntad. (…) Faena que nunca fatiga, que crea lentamente y nunca destruye, que para edificar las eternidades pone sólo un grano de arena sobre otro, mas tachando de la gran deuda de los tiempos minutos, días, años.» I Ching. Ed. Edhasa, Barcelona, 1989, p.262 r
La Tirada del I Ching dibujó la forma de unos banquitos que debían acoger a los conversantes, seis tiras de bancos, continuos y discontinuos según definía el hexagrama, de madera lacada en blanco. En cada uno de ellos se insertó en su parte interior un dispositivo de luz y espejos que proyectaba en el suelo de nuevo la forma del hexagrama. La opacidad de los banquitos se convertía en ventana, ya que éstos arrojaban una luz que ocultaba su fuente.
Participantes
Repercusión
- Las aventuras de la reproducción
- José Lebrero Stals
- Febrero 1994
- Los 90: cambio de marcha en el arte Español. Ed. Galería Juana Mordó, Madrid, pág 111.