"...la óptica es siempre
un problema de bordes, véase la reflexión, la refracción,
donde bifurca el rayo a través de los medios y así sucesivamente.
El Spinoza de la leyenda realiza el gesto cartesiano por excelencia: pule
cristales de gafas, borra los bordes fluctuantes, mediante fluctuación
de la mano, que toca y trabaja, obtiene un borde liso para un instrumento
de tecnología sensorial. Por ese trabajo en los límites,
la vista se convierte en modelo de la mente...Sólido de bordes perfectos,
claro, distinto, riguroso, cristal. El ideal del conocimiento es el sólido
cristalino...El ideal del sistema clásico es el cristal."
M. Serres,
El paso del Noroeste. Ed.Debate, Madrid, 1991, p.44.