«Todos los cuerpos en común,
y cada uno por sí solo, colman el aire circundante con sus infinitas
imágenes, que están completas en el todo y en la parte, y
llevan consigo las cualidades de forma, color y figura del cuerpo que las
causa.
Que todos los cuerpos sean, por sus imágenes, en todo aire circundante y todos sean en cada parte como forma, figura y color, paladinamente se demuestra así: las imágenes de múltiples y distintos cuerpos se reproducen en unagudo orificio, a través del cual, y por medio de líneas que, cortándose, generan pirámides contrarias, se proyectan cabeza abajo sobre la primera pared oscura". Leonardo
da Vinci, Tratado de la pintura. Ed. Akal, Madrid, 1993, pág.
123.
|
|